Tal y como dice, uno de mis pancitos preferidos y no tan comunes de encontrar siempre en las panaderías, son las siempre ricas dobladitas, ese pancito con poco o nada de leudado, con su corteza crujiente y su centro semi horneado.
Esta receta la primera vez que se realizo, fue cuando vivíamos en Valdivia, en esa pequeña cabaña en el centro de la ciudad, y mi novio, de aburrido, comenzó a cocinar, e hizo dobladitas integrales y fue wooo! no compramos más! porque aunque son simples de hacer, creo que están algo inflado su valor.